El efecto Pigmalión: ¿Qué es?

¿Sabes en qué consiste el Efecto Pigmalión? ¿De qué manera pueden verse alterados tus comportamientos a partir de las creencias que los demás tienen sobre ti?

Hoy me gustaría hablarte de un sesgo cognitivo que tal vez te resulte familiar: El efecto Pigmalión, también conocido como “El poder de las expectativas” o la profecía autocumplida.

¿Qué es el efecto Pigmalión?

El efecto Pigmalión es un término que se usa para referirse al fenómeno por el cual las expectativas y las creencias que posee una persona influyen directamente en las conductas, el rendimiento y en los resultados de otra, ya sea de una forma positiva o, por el contrario, afectando de manera negativa.

Esto explica como las creencias y expectativas que tienen los demás sobre uno mismo se acaban confirmando.

Además, el efecto Pigmalión tiene una explicación científica: cuando alguien confía en ti y te contagia esa confianza, tu sistema límbico acelera la velocidad del pensamiento e incrementa tu energía, tu atención y tu eficiencia.

El origen del concepto

La mitología griega menciona al famoso escultor Pigmalión, quien terminó locamente enamorado de una de sus esculturas: Galacea.

Su amor por ella era tan profundo que la diosa Afrodita, impulsada por el deseo y la compasión de Pigmalión, finalmente le dio vida a la escultura, transformando a Galacea en una persona real, una mujer de carne y hueso.

El efecto Pigmalión aplicado a la empresa

Existe un caso realmente llamativo que ocurrió en una multinacional relacionada con la tecnología de alta gama. Los responsables del departamento de recursos humanos convocaron a una persona de su servicio de limpieza, alguien sin estudios y que en ese momento se encontraba en el último peldaño de la jerarquía organizacional de la empresa.

Le dijeron a ese hombre que, entre todos los trabajadores, creían que él era el mejor capacitado para ocupar un alto cargo en un plazo de dos años y que, para ello, le ofrecerían todos los recursos necesarios desde dicha multinacional.

Esta persona no solo llegó a desempeñar el cargo que le habían prometido en mucho menos tiempo del planeado, sino que además siguió prosperando en la empresa.

Conclusión

No cabe duda de que las profecías tienden a cumplirse cuando hay un fuerte deseo que las impulsa, con palabras o gestos podemos influenciar a las personas que nos rodean y por este motivo es tan importante ser generadores de creencias positivas, tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos.

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