¿Tienes una relación problemática con tus padres? ¿Son exigentes, críticos y manipuladores? Si es así, puede que estemos ante padres toxicos. Aunque lo habitual es tener una relación sana y positiva con los padres la mayor parte del tiempo, en algunos casos, esto no es posible.
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¿Qué quiere decir tener unos padres tóxicos?
El término de padre o madre tóxico suele referirse a padres abusivos, emocionalmente inmaduros, con rasgos narcisistas o que sufren otros trastornos de la personalidad, enfermedades mentales o adicciones.
Hay diferentes tipos de padres tóxicos. Es importante que seamos capaces de identificarlos a tiempo ya que todos ellos pueden causar mucho dolor y problemas psicológicos. Por eso, a continuación te presento algunas de las situaciones en las que se puede identificar la «toxicidad» de dicha relación o persona:
- Padre sobre-protector. En este caso hablamos de una figura paterna o materna que está muy encima de su hijo y se inmiscuye en cada área de su vida. Llega al punto de interferir en su vida personal, sin dejar espacio.
- Quienes se proyectan en su hijo y buscan que la vida de este sea la que ellos no tuvieron.
- Padres ausentes y que no cubren las necesidades de sus hijos. En este caso hablamos de una relación demasiado distante y en la que no se suelen mostrar sentimientos de cariño hacia los hijos.
- Padres con hábitos tóxicos y problemas como el alcoholismo, la drogadicción, relaciones tóxicas…
- Padres maltratadores, como por ejemplo aquellos que ejercen violencia machista.
Señales de nos indican que tienes un padre o madre tóxico
A continuación te mostramos algunos de los signos más comunes de un padre tóxico y así como saber si tus padres son tóxicos.
Ejercen faltas de respeto
No te tratan ni siquiera con un nivel básico de respeto, cortesía y amabilidad. En este sentido, pueden reaccionar de manera exagerada, son dramáticos o impredecibles. Además, suelen mostrarse siempre enfadados y agresivos. Pueden incluso ser pasivo-agresivos, usando el silencio, comentarios sarcásticos en voz baja u olvidos intencionados.
Controladores
Quieren decirte qué hacer, cuándo hacerlo y cómo hacerlo. Los padres tóxicos siempre quieren tener la sartén por el mango. La culpa y el dinero son formas comunes de ejercer poder y control.
Manipuladores y críticos
Nada de lo que hagas es lo suficientemente bueno para un padre tóxico. Lo critican todo. No escucharás un comentario positivo a no ser que busquen manipularte. Suelen, en este sentido, tergiversar la verdad para quedar bien.
No se responsabilizan de su propio comportamiento
No asumen su parte en la disfunción familiar y te culpan de todo a ti o a tu hermano o hermanos. Consideran que su comportamiento es el idóneo y que, incluso, deberías imitarlo.
Exigentes
Esperan que lo dejes todo para atender sus necesidades. De nuevo, no se preocupan por ti, tu horario o tus necesidades. Todo gira en torno a ellos y a lo que puedes hacer para servirles.
Sin límites
Se inmiscuyen en tu espacio personal y no aceptan que seas un adulto completamente separado de ellos. Quieren saber sobre tu vida personal, se meten en tu espacio personal, abren tu correo, van a tu casa sin invitación, ofrecen consejos no solicitados y entran en cualquier aspecto personal.
Tienen una dependencia de ti
Comparten demasiada información personal e innecesaria contigo, como por ejemplo detalles de sus problemas matrimoniales o su vida sexual. Lo hacen para conseguir que tú seas su apoyo emocional.
¿Cómo alejarse de padres tóxicos?
En primer lugar, una de las partes más importantes de este proceso es reconocer el problema es la clave.
A veces, al ser nuestros padres, nos volvemos ciegos y no queremos reconocerlo. Los excusamos pensando que lo hacen por nuestro bien o que tienen una personalidad difícil. En segundo lugar, la aceptación es muy útil para recuperar la tranquilidad.
Tanto reconocer como aceptar la situación, es algo complejo y por eso, quiero ayudarte y acompañarte en todo este proceso. Para alejarte de padres tóxicos, al menos de manera emocional y que su comportamiento te afecte cada vez menos, necesitarás a un especialista que pueda ayudarte a gestionar la situación.
Los padres tóxicos nunca cambian. Lo único que puedes hacer es cambiar tu actitud con ellos y contigo mismo.