Cómo gestionar la discriminación por orientación sexual

La discriminación directa por causas de orientación sexual es un problema tristemente presente en nuestra sociedad de manera alarmante. A pesar de la evolución en materia social y legal en este aspecto, la concienciación y los movimientos y acciones en pro de un mayor entendimiento, sigue siendo un tema difícil que acarrea muchos problemas internos a quienes lo sufren.

Desde el ámbito del coaching, hay algunas técnicas o acciones que tienen a ayudar en el tratamiento y acompañamiento para gestionar y superar estas situaciones que menoscaban a muchas personas. ¿Nos acompañas?

¿Qué es la discriminación sexual?

La discriminación sexual por motivos de orientación es el odio, la desconfianza, el miedo o la incomodidad hacia personas que tienen determinada orientación, como la homosexualidad (homofobia), lesbianismo (lesbofobia), la bisexualidad (bifobia) y la transexualidad (transfobia).

Las personas que sufren en carne propia este tipo de actitudes por parte de los demás suelen recibir insultos, un trato diferente y grosero, aversión en espacios públicos o privados, prejuicios, negatividad e incluso agresiones físicas y mentales, bullying e incluso abusos sexuales. Es ahí donde la situación de las personas que reciben esta carga negativa de odio necesitan más ayuda. Una de estas, es el acompañamiento profesional para superar y, sobre todo, saber gestionar lo que acontece a su alrededor, las relaciones personales y laborales, etc. Para ello, es importante que un coach profesional pueda acompañarte en esta gestión emocional.

Causas de la discriminación por orientación sexual

Hay múltiples razones que derivan en una discriminación por orientación sexual. Muchas de estas, incluso, juegan un papel preponderante en nuestro día a día.

  • Encasillar y categorizar: el ser humano, normalmente, categoriza y encasilla todo lo que le rodea de manera simple para que el mundo sea más comprensible. Esto ocurre de manera automática. Por eso, muchos encasillan a grupos concretos de personas con ciertas características y etiquetas. Esto, que no deja de ser un prejuicio, se debe, en buena parte, a una especie de incomprensión de lo que les rodea. Es ahí que esos prejuicios se transformen en homofobia, lesbofobia, bifobia o transfobia, términos que asignan a aquellos que no son heterosexuales.
  • Educación: la educación es vital para entender por qué existe la discriminación. El entorno en el que muchos de los que ejercen discriminación directa, la educación que han tenido de sus padres, de sus amigos o familiares los convierte en actores negativos.
  • Actitud ante los roles tradicionales: el concepto de género tradicional dista del que hoy es. Las relaciones entre personas del mismo sexo, por ejemplo, rompe diametralmente con esos conceptos que han sido inculcados en muchos discriminadores. Estas nuevas formas de pensar, además, pueden resultar para los tradicionales una manera de amenazar su vida conocida.
  • La religión: en muchos casos, la religión tiene mucho que ver en las actitudes negativas hacia personas con diferente orientación sexual.

Tipos de discriminación sexual

Como hemos comentado anteriormente, las personas que acuden con un coach especializado, tienen diferentes tipos de orientación.

En relación con esto, hay, fundamentalmente, cuatro tipos de discriminación por orientación sexual. Todos ellos afectan a un elevando número de la población en nuestro país. Y, también, en todos ellos el acompañamiento profesional en su gestión puede ser determinante para que tu salud mental no se vea mermada. Conozcamos un poco cada uno de estos tipos:

  • Homofobia: es el miedo a las personas homosexuales. El término apareció por vez primera a finales de la década de los 60 y principios de los 70. En aquel entonces, se definía como un trastorno cerebral de la persona que se categoriza como tal. Hay cierta polémica con este término porque la comunidad LGTBI no cree que los homófobos tengan miedo, sino hostilidad. Dentro de la homofobia, nos encontramos con la afectiva (sensación de desagrado); cognitiva (relacionada con actitudes); y conductual (de la mano de comentarios groseros e incluso violencia).
  • Lesbofobia: se trata de una forma de discriminación hacia las lesbianas. El rechazo está relacionado con el quebranto del esquema del patriarcado, ese que ha permanecido durante tantos años en la sociedad. Esta ruptura es posible al ser económica y sexualmente independientes a los hombres. Está íntimamente relacionada con la homofobia, solo que en este caso se refiere únicamente a las personas de sexo femenino.
  • Bifobia: es la discriminación hacia las personas consideradas bisexuales por sentirse atraídas por personas de ambos sexos.
  • Transfobia: es el rechazo que las personas transexuales sufren por una razón, la transgresión del sistema socialmente establecido, el cual distingue entre sexo o género.

Como puedes ver, las formas de discriminación directa son variadas y están muy presentes en nuestra sociedad. Acudir a un coach personal será importante para que cualquier persona pueda mejorar su yo interno, gestionar sus emociones y sentimientos y superar cualquier trago amargo que sufra en su día a día.

Te cuento con amplios conocimientos y preparación en la ayuda personal para superar situaciones indeseables que pongan en jaque algún aspecto de tu vida. Tras más de 15 años de experiencia, creo firmemente que el coaching personal puede ser la solución inmediata a tus necesidades. ¡Contacta conmigo!

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