¿Como controlar un ataque de pánico?

¿Alguna vez has experimentado un ataque de pánico y te preguntaste qué estaba sucediendo? ¿O tal vez necesitas saber cómo identificar los síntomas para poder actuar rápidamente?

Te daré consejos prácticos sobre cómo diferenciar entre un episodio de ansiedad y un ataque de pánico. No solo eso, también compartiré técnicas efectivas de respiración que puedes utilizar para controlar tu ansiedad durante un ataque de pánico.

¿Qué es un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es un episodio repentino y a menudo incontrolable de miedo, terror o ansiedad. Se caracteriza por una sensación de pérdida de control, dificultad para respirar y otros síntomas físicos. Los ataques de pánico son a menudo recurrentes y pueden ser extremadamente debilitantes.

Algunos de los síntomas que puedes experimentar durante un ataque de pánico son:

  • Palpitaciones o latidos rápidos del corazón.
  • Sudoración excesiva o manos frías y húmedas.
  • Temblores o sacudidas del cuerpo.
  • Sensación de ahogo o dificultad para respirar.
  • Opresión en el pecho o sensación de asfixia.
  • Mareos o vértigo.
  • Sensación de irrealidad o de estar fuera de control.
  • Miedo intenso o terror a perder el control o morir.
  • Sensación de hormigueo o entumecimiento en manos o pies.
  • Escalofríos o sofocos.

¿Ansiedad o Ataque de Pánico?

La ansiedad y el ataque de pánico son dos estados mentales muy diferentes pero en muchas ocasiones pueden causar confusión a la hora de identificarlos. La ansiedad es una sensación general de nerviosismo o inquietud, mientras que un ataque de pánico es una experiencia aterrorizante e incontrolable que puede incluir síntomas como palpitaciones, sudoración, falta de aire y sensaciones de desrealización o pérdida de control.

Aunque la ansiedad y el ataque de pánico comparten algunos síntomas, hay algunas señales que te indicarán si estás experimentando un ataque de pánico en lugar de simplemente sentirte nervioso o ansioso.

Los ataques de pánico se diferencian de la ansiedad en que son:

  • Más intensos y duran más tiempo que la ansiedad
  • Los síntomas físicos suelen ser mucho más evidentes.
  • Es probable que te sientas como un colapso mental.

Lo más importante a tener en cuenta es que los ataques de pánico son totalmente incontrolables, mientras que el nerviosismo y la ansiedad se pueden manejar y superar. Por eso es importante poder prevenir e identificar las situaciones para saberlas gestionar.

Técnicas de Respiración para Reducir un Ataque de Pánico

Los ataques de pánico son una respuesta exagerada del cuerpo a una amenaza. Pueden ser muy aterradores, pero no representan un peligro real para la salud. Aún así es importante que podamos intentar gestionar esa situación para evitar que nos provoque un malestar emocional.

En medio de un ataque de pánico, las técnicas de respiración pueden convertirse en poderosas aliadas para recobrar la calma y el control. Aquí te presento algunas técnicas que te ayudarán en estas situaciones:

  • Respiración profunda: Inhala lentamente por la nariz contando hasta cuatro, luego exhala suavemente por la boca contando hasta seis. Repite este ciclo varias veces hasta que sientas que la tensión disminuye.
  • Respiración diafragmática: Coloca una mano en el abdomen y otra en el pecho. Inhala profundamente por la nariz sintiendo cómo se eleva tu abdomen, y luego exhala lentamente por la boca, sintiendo cómo se hunde. Asegúrate de que la mano en el abdomen se mueva más que la del pecho.
  • 4-7-8: Inhala por la nariz contando hasta cuatro, retén el aire contando hasta siete y exhala por la boca contando hasta ocho. Repite este ciclo varias veces para reducir la frecuencia cardíaca y la ansiedad.
  • Respiración en cuadrado: Inhala contando hasta cuatro, mantén el aire contando hasta cuatro, exhala contando hasta cuatro y mantén los pulmones vacíos contando hasta cuatro. Repite este ciclo varias veces, manteniendo un ritmo constante.
  • Respiración con visualización: Cierra los ojos e imagina un lugar o situación que te haga sentir seguro y tranquilo. Mientras inhalas, visualiza cómo la calma entra en tu cuerpo, y al exhalar, visualiza cómo la ansiedad se libera y se disipa.

Recuerda que estas técnicas deben practicarse regularmente para que se conviertan en una herramienta efectiva durante un ataque de pánico. Si experimentas ataques de pánico con frecuencia o si sientes que la ansiedad es abrumadora, busca apoyo de un profesional como un coach personal.

Trabaja tu bienestar emocional y Recupera tu tranquilidad. .

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