Un directivo o ejecutivo debe de ser hábil y contar con habilidades de liderazgo que le hagan ser competente en el cargo que ejerce. Además, debe tener una buena capacidad de resolución y afrontar correctamente esas situaciones complicadas que requieren decisiones acertadas.
Para ello, la inteligencia emocional es una capacidad indispensable en cualquier ejecutivo. ¿Quieres descubrir por qué? ¡Sigue leyendo!
Índice de contenidos
¿Qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de una persona para identificar, comprender y gestionar sus emociones y las de los demás. Esto, te permite mejorar tus relaciones sociales y tu capacidad para hacer nuevos contactos, tanto a nivel personal como profesional.
Al identificar y regular tus emociones amplias tu consciencia sobre quién eres y sobre tu autoestima, y esta es la clave de la inteligencia emocional.
La inteligencia emocional en el ejecutivo
Si como directivo o ejecutivo desarrollas esta habilidad, afrontarás esos momentos y situaciones difíciles con prudencia y sin dejar que las emociones sean las que dominen la situación. Así, mejorará tu capacidad para la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Por otro lado, la inteligencia emocional te ayudará a favorecer un buen clima o ambiente laboral en tu empresa y, en consecuencia, también aumentará la motivación y la productividad de tus colaboradores.
Los beneficios de la inteligencia emocional en el trabajo
Estos son los beneficios de implementar la inteligencia emocional en tu empresa:
- Aumento de la productividad y mejora de los resultados.
- Más implicación y menos rotación de personal.
- Mejora del clima y el ambiente laboral.
- Satisfacción por parte de los empleados.
- Mejora de la comunicación empresarial y, en consecuencia, de los resultados de la compañía.
- Mejora de la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas.
¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en un directivo?
Veamos algunos consejos y técnicas que te permitirán mejorar tu inteligencia emocional, aplicándola en el ámbito laboral y convirtiéndote así en el líder que subyace en ti.
- Se empático y práctica la escucha activa. No hagas suposiciones sobre lo que piensan los demás e intenta detectar y reconocer sus emociones. Ante cualquier duda; pregunta directamente. ¡Te sorprenderás!
- Mejora la comunicación y trata de adoptar un estilo comunicativo asertivo. Esto te ayudará transmitir tus mensajes con mucha más claridad y, a su vez, mejorará tu relación con los demás.
- Reconoce los estresores o las fuentes de estrés. Identificar qué es lo que te provoca estrés en tu día a día es vital para tomar acciones y reducir tu nivel de ansiedad, nerviosismo o estrés.
- La capacidad de resiliencia y de superar las adversidades. En este artículo te hablé sobre la resiliencia, y en el caso de los ejecutivos esta es fundamental. En los malos momentos o las situaciones difíciles, un buen directivo debe utilizar todas sus fortalezas y su experiencia para demostrar que tiene el control de la situación, y así mostrar una estabilidad y seguridad que transmita a todos los miembros de la empresa.
- Gestiona las emociones. Como buen ejecutivo, debes tener la capacidad de analizar las situaciones desde diferentes perspectivas, verlo de una forma objetiva y no tomar decisiones precipitadas. Hacer un ejercicio con los pros y contras ayuda en estas situaciones.
Por estos motivos y muchos más, la inteligencia emocional cada vez más se considera un activo necesario e indispensable para cualquier tipo de empresa y directivo.
Si quieres que te ayude a implementar la inteligencia emocional en tu organización, no dudes en contactar conmigo 🙂